Rosa Bonheur, la mujer artista amante de los animales
más reconocida de nuestros tiempos
Karla Córdova Acosta
Rosa Bonheur es considerada, actualmente, una de las más grandes mujeres artistas. Lo que no se menciona a menudo es que este reconocimiento lo poseía, desde el siglo XIX, en países como Inglaterra, Francia y Estados Unidos. Sin embargo, el paso de los años fue ingrato con su trabajo1 y quedó relegado a los almacenes de casas y museos. Por ejemplo, El Prado alberga, dentro de sus almacenes, la obra «El Cid» y muy pocas veces ha sido vista por el público2.
Mucho se ha escrito sobre Rosa. En algunas ocasiones, se suele prestar mayor atención a su vida amorosa (como sucede con miles de mujeres artistas) y no tanto a sus logros o trabajo. Si bien ella tuvo una vida privilegiada, cabe resaltar la importancia de su presencia en el siglo XIX. Opacó a muchos de sus colegas varones, llevó una imagen física con la que se sentía cómoda a pesar del conservadurismo de la época y siempre abogó por una vida independiente.
Rosa Bonheur nació el 16 de marzo de 1822 en Bordeaux, Francia. Su padre, el pintor Oscar Raymond, fue una de las figuras más importantes para ella y fue la primera persona interesada en su formación artística. Él, además, estuvo involucrado con grupos políticos de tendencia socialista. Incluso, fue director de la única escuela de dibujo gratuita para niñas fundada en París en 1803. Rosa menciona sobre su padre:
Mi padre, este entusiasta apóstol de la humanidad, me ha dicho muchas veces que la misión de la mujer era levantar a la humanidad, que es el Mesías de los siglos futuros. Debo a sus doctrinas la gran y orgullosa ambición que concebí para el sexo al que me enorgullezco de pertenecer y cuya independencia mantendré hasta mi último día3.
Ella empezó a dibujar animales desde los 4 años y no estaba realmente interesada en otras materias que no fueran Dibujo dentro de la escuela, por lo que fue expulsada de varios colegios. En 1837, se mudó a París con su familia y, para continuar su formación artística, comenzó a frecuentar el Museo Louvre para copiar óleos de Nicholas Poussin, Théodore Géricault y Peter Paul Rubens. Asimismo, asistió a clases de anatomía y osteología veterinaria, ya que buscaba conocer la mecánica de los cuerpos4. Comenzó también a frecuentar ferias de caballos y ceremonias agropecuarias en las cuales era víctima de acoso. Debido a esto, solicitó un permiso de «disfraz» autorizado por la policía y firmado por un médico. Este permiso tenía que ser renovado cada seis meses5.
Se cortó el pelo chico y empezó a vestir unos pantalones y un sombrero Fedora, salvo en los actos públicos formales, en los que se vestía con una chaqueta negra. Cabe resaltar que utilizó pantalones en diversas actividades, no solo al asistir a ferias agropecuarias o eventos de animales. Siempre que la invitaban a una recepción, solicitaba por escrito una autorización para no llevar el decolleté que obligaba la etiqueta femenina. Convivió durante 40 años con la pintora Nathalie Micas, a quien conoció desde muy pequeña. A ella se refería como «su esposa» y, tras su muerte, compartió sus últimos años con la pintora Anna Klumpke 6.
Expuso por primera vez en el Salón de París en 1843. En estos años, obtuvo medallas en la exposición de Rouen. También ganó una medalla de tercera clase en el Salón de 1845 y una de oro en el de 1848. Un año después, expuso «La labranza de Nevers», uno de sus trabajos más importantes porque definirían su estilo. Ese mismo año, su padre falleció y ella se hizo cargo de la escuela que él había fundado. En este, diseñó un curso llamado La Ciencia del Dibujo, basado en el estilo observacional que había aprendido de su padre7.
Entre 1852 y 1855, presentó su obra más reconocida «Feria de caballos». Según el historiador James M. Saslow, si examinamos con detalle esta obra, notamos que Rosa aparece en ella, en el eje central vestida con el traje y gorra que ella solía usar. Nos podríamos preguntar por qué decidió incluir su retrato en este cuadro costumbrista. Tal vez quiso demostrar lo cómoda que se sentía en estos eventos.
En 1859, se retiró de París y compró a su nombre una casa con una granja en By, cerca del bosque de Fountainebleu, donde cuidaba cabras, ovejas, yeguas y muchas aves. En 1899, falleció en este lugar. Rosa fue reconocida en su época por la minuciosidad con la que trabajaba cada una de sus obras. Debido a que los animales fueron el tema recurrente de estas, se podría afirmar que fue representante importante de grandes movimientos estilísticos como el Realismo y el Naturalismo. Sin embargo, también compartió la fascinación por el paisajismo que tanto aprendió de su padre y de pintores del Romanticismo, como Théodore Géricault. Incluso, en 1888, una de sus obras se llegó a estimar en 4200 libras en la casa de subastas Christie’s8.
Rosa Bonheur fue la primera mujer artista condecorada con la Legión de Honor francesa en 1865. Tiene otros emblemas como la Cruz de San Carlos del Emperador Maximiliano I de Méjico, La Orden de Isabel la Católica de España y La Orden de Leopoldo de Bélgica. Sin embargo, más allá de sus condecoraciones, lo más resaltante de Rosa Bonheur es que rechazó por completo las normas y roles binaristas de género de su época. Fue una mujer independiente, amante de los animales y la naturaleza. Buscó preservar el bosque de Fontainebleau y afirmó que los animales tenían “un alma”, pensamiento poco convencional en el siglo XIX9. Si aún queda mucho por investigar acerca de una de las más grandes mujeres artistas de nuestra historia, imaginemos cuánto más nos falta conocer de toda la multiplicidad de mujeres artistas y disidencias sexuales que han existido a lo largo de la historia, quienes siguen siendo invisibilizadas, escondidas y subestimadas.
- Considero que el circuito artístico fue dejando de lado su trayectoria y obras y privilegió otros personajes masculinos como referencia.
- Pueden encontrar más información en el siguiente enlace: https://elpais.com/elpais/2019/07/19/icon_design/1563538489_516368.html.
- Château de Rosa Bonheur. (s. f.). Portal de Château de Rosa Bonheur. Recuperado de https://www.chateau-rosa-bonheur.fr/.
- Rubayo, S. (2018). Rosa Bonheur. Recuperado de https://sararubayo.es/mujeres-artistas/rosa-bonheur/.
- Según autores como L. Walker, el «crossdressing» no era poco frecuente en el Londres del XIX. Esta era una estrategia que les permitía a las mujeres moverse de noche sin problemas para visitar teatros y locales nocturnos también.
- Mayayo, P. (2018). Historias de mujeres, historias del arte. Madrid, España: Cátedra, pp. 79-82.
- The Art Story. (s. f.). Rosa Bonheur. Recuperado de https://www.theartstory.org/artist/bonheur-rosa/life-and-legacy/.
- Greer, G. (2005). La carrera de obstáculos: vida y obra de las pintoras antes de 1950. Madrid, España: Bercimuel.
- Château de Rosa Bonheur. (s. f.). Portal de Château de Rosa Bonheur. Recuperado de https://www.chateau-rosa-bonheur.fr/.
Referencias
Chernick, K. (22 de marzo de 2018). 160 Years Before the Frida Kahlo Barbie, a Rosa Bonheur Doll Celebrated a Queer Woman Painter. Hyperallergic. Recuperado de https://hyperallergic.com/433726/frida-kahlo-barbie-rosa-bonheur-doll/.
Google Arts & Culture. (s. f.). Rosa Bonheur. Recuperado de https://artsandculture.google.com/entity/rosa-bonheur/m0jr4v?hl=es.
The National Gallery. (s. f.). Rosa Bonheur. Recuperado de https://www.nationalgallery.org.uk/paintings/rosa-bonheur.
Trasforini, M. (2009). Bajo el signo de las artistas. Mujeres, profesiones de arte y modernidad. Valencia, España: Universitat de Valencia.
Karla Córdova Acosta (Lima, 1990). Comunicadora feminista en constante proceso de (des)aprendizaje. Egresada de la carrera de Publicidad de la Pontificia Universidad Católica del Perú, con un posgrado en Planeamiento Estratégico por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Con un devenir laboral diverso, ha formado parte de ONG como TECHO Perú y CARE Perú, algunas instituciones culturales como el Museo José Carlos Mariátegui y el Centro Cultural PUCP, entre otros. Actualmente, pertenece al círculo de lectura e investigación en temas de género La Círcula. Además, es gestora del proyecto digital Archivo de Mujeres Artistas, el cual busca visibilizar a las mujeres en las artes, y desmontar los conceptos patriarcales y hegemónicos de la historia del arte.